Buenos Aires, ANP) – Las principales figuras del plantel económico del gobierno salieron a responder el documento de Juntos por el Cambio en el que advierte que el gobierno está dejando “una bomba contra el Pueblo”, pero a pesar de ello, la movida política ya fue hecha y logró su objetivo.
En la mayoría de las reuniones y encuentros de inversores, mesas de dinero, operadores el tema de conversación es qué va a pasar con la deuda en pesos. La desconfianza ya está instalada y la oposición parece que no quiere hacerse cargo sin chistar, si llega a ganar las elecciones, como lo hizo en 2015.
En aquella oportunidad, la estrategia de Mauricio Macri fue no hacer olas con lo que recibía para evitar así que el mercado se pusiera nervioso. No se habló demasiado de la “pesada herencia”, y el peronismo pudo a su vez vender a su público que había dejado una economía pujante.
En 2023 no hay un candidato claro de Juntos por el Cambio todavía. Al menos hay tres que despuntan en el horizonte. Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Gerardo Morales. Sus referentes económicos dieron a conocer el documento que alerta sobre la delicada situación.
Según el economista Salvador Di Stefano, si se suma la deuda del Tesoro más la deuda del BCRA, ambas suman algo más de $23 billones. Es una suma sideral que vence la mayoría cada tres meses . Ya desde el año pasado el mercado no se atreve a ir más allá de los 90 días para prestarle al gobierno.
El 2022 había arrancado también con la misma preocupación. En ese momento, los operadores se hicieron eco de algunas declaraciones en off de referentes de la oposición sobre la misma cuestión. La versión era que JxC podría volver a reperfilar la deuda en pesos como lo hizo anteriormente en 2019 Hernán Lacunza.
En 2023 ya no se trata de versiones, sino de advertencias expresas. El problema para los operadores de los mercados es que el documento de la oposición no dice nada sobre cómo puede resolverse el problema. En las mesas de dinero se recuerda una frase del ex presidente Carlos Menem: “si hubiera dicho qué era lo que iba a hacer no me hubiera votado nadie”.
En 1990, y luego de atravesar un par de hiperinflaciones, Menem decidió poner en marcha un plan económico de Hermán González: el Plan Bonex. Para cortar de cuajo la fastuosa emisión de pesos que tenía que hacer el BCRA para cubrir intereses, se decidió entregar bonos dolarizados a 10 años. Así, las personas que tenían dinero en bancos a plazo fijo, fueron a retirar su dinero y les entregaron títulos. Los que pudieron aguantar cobraron, los que no, perdieron al vender los títulos a precio de mercado de entonces.
Para muchos economistas no están dadas las condiciones para que ello se repita. Pero si hay que recordar que ese fue el prolegómeno de la convertibilidad.
Sea como sea, y a pesar de que el gobierno salga a responderle a JxC por el documento, el daño fue hecho y el objetivo de la acción política en el marco de una incipiente campaña electoral cumplido.
Durante la semana los medios de comunicación reflejaron el debate económico de fondo. Ya no es algo que queda oculto para que se haga cargo el próximo gobierno. Las alternativas que tenía la oposición no son muchas en un contexto en el que el gobierno no se muestra con ánimo de colaborar. Si los economistas de JxC decían que van a repudiar la deuda en pesos cuando llegue al Palacio de Hacienda, se podría desatar un caos ahora que podría llevarse puestas también sus propias chances. Pero si no dicen nada, corren el riesgo de volver a la maldición del 2015.
El escenario ideal sería el de un gobierno que ya debería admitir desde ahora que su período termina el 10 de diciembre y empieza a trabajar con la oposición para ir emprolijando los números, no solo con la intención de “llegar” sino sentando las bases para un programa más ambicioso. Pero eso no va a ocurrir. Luciano Laspina, referente de Bullrich, le pidió a Sergio Massa que vaya de modo inmediato hacia un superávit fiscal, lo cual implica hacer un ajuste de 1,9 puntos del PBI.
En definitiva, los economistas de Juntos por el Cambio lograron instalar el tema de la deuda en pesos. Más allá de las respuestas del viceministro Gabriel Rubinstein y otro referentes del peronismo sobre que el escenario es sostenible, la verdad es que las dudas en el mercado seguirán creciendo en la medida que avance la campaña electoral..