En la extensa lista de récords que ostenta Lionel Messi, en el partido de la Selección Argentina contra Croacia sumó dos más, convirtiéndose en el futbolista que más partidos disputó en Copas del Mundo (25, por ahora en compañías con el alemán Lothar Matthaus) y en el máximo goleador argentino, con 11 goles, superando el récord que por veinte años conservó Gabriel Batistuta.
El propio «Bati» lo instó días atrás a superarlo, en un tuit, en el que señala: «Tuve el récord durante 20 años y lo disfruté. Ahora es un gran honor y placer compartirlo contigo, ¡esperando de todo corazón que puedas superarlo ya en el próximo partido!»
El deseo de Batistuta se cumplió a los 35 minutos del primer tiempo y Messi pasó a ser el máximo astillero argentino en todos los mundiales.
Parece difícil, pero si llegase a convertir 3 goles en la final igualaría otra marca, la que mantiene Guillermo Stabile desde el primer mundial de 1930, con 8 goles en un solo torneo.
Por su parte, Julián Álvarez, quien hace un año ni siquiera formaba parte del plantel de Scaloni, ya sumó cuatro goles y se metió en el privilegiado lote de máximos anotadores, detrás de Messi, Batistuta, Maradona, Stabile e Higuaín y con la misma cantidad de conquistas que Bertoni, Caniggia, Crespo, Houseman, Luque y Valdano.