BUENOS AIRES (ANP).- El atentado sufrido anoche por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner desató una ola de repudios en todo el arco político, aunque también de acusaciones contra la oposición y la Justicia cuando todavía no se aclaran las circunstancias que rodearon el episodio.
En diálogo con CNN Radio, Alejandro Catterberg, director de Poliarquía Consultores, señaló que sería deseable que predominara «la moderación, la calma, la empatía y el diálogo y no que la reacción natural fuese la de un músculo que ya está acostumbrado -en minorías intensas o en sectores de poder- a reaccionar como un reflejo ante cualquier hecho”, expresó.
El experto señaló que tanto ante hechos de menor envergadura como en situaciones de fuerte crisis, «se ‘settean’ para poner un discurso en acción, sin entender la magnitud de los hechos, sin entender la proporción de lo que pudo haber ocurrido ayer”, planteó.
«Es un reflejo natural automatizado de sectores importantes de la política y de la militancia que sin saber siquiera el estado de salud o emocional de la vicepresidenta -a quien le pusieron un arma en la cabeza y le gatillaron-, ya se peleaban en las esferas habituales cruzándose entre programas periodísticos, dirigentes políticos y militantes», resumió.
Asimismo, Catterberg remarcó que en el país «estamos frente a una fragmentación económica, política y social y pareciera que ni este hecho frena los impulsos y las reacciones de algunos sectores de la política, del poder, de los medios y la militancia; es preocupante que pareciera que no hay un diálogo mínimo necesario entre los principales actores políticos del país», lamentó.
En sintonía, el sociólogo y analista político Marcos Novaro dijo también a CNN Radio que el impacto de este grave episodio dependerá de la actitud que adopten los distintos actores del país, pudiendo resultar tanto en una polarización más extrema como en un «susto aleccionador, para ver si paramos un poco el carro”, opinó.
“En principio podemos considerarnos muy afortunados porque la bala no salió. Dependió del azar que las cosas no se desbarrancaran del todo en este país”, dijo, y agregó que la buena noticia es que el atacante no guarda ninguna relación con la política, a pesar del interés del oficialismo en vincularlo a la oposición.
En este sentido, criticó al presidente Alberto Fernández por el tono de su discurso en cadena nacional, en el que señaló a la Justicia como promotora del discurso de odio. “Alberto Fernández es un farsante que de moderado no tiene nada”, consideró Novaro.
Al respecto, dijo que «el presidente que tenemos no es solamente irrelevante, es un destructor; como ha perdido toda capacidad de hacer otra cosa, se ha convertido en un promotor del caos», lanzó.