Con un 6% de inflación proyectada para agosto, la inflación acumulada en los 32 meses transcurridos de la Presidencia de Alberto Fernández ya llegó al 218,5%, por lejos la mayor marca para períodos equivalentes de sus tres predecesores y, además, superior a la de los primeros nueve años de gestiones kirchneristas, en los que él se desempeñó como jefe de Gabinete.
De acuerdo con el último informe de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), la inflación de los primeros ocho meses de 2022 ascendió al 55% y la interanual al 76,9%, “quedando a sólo 23,1 puntos de los tres dígitos”.
Los rubros que más aportaron a la suba del mes pasado en la medición de LyP fueron “Transporte y Combustibles” (13%), “Recreación y Cultura” (8,8%), “Alimentos y Bebidas No Alcohólicas” (6,2%) y “Medicina” (6%).
Al respecto, debe tenerse en cuenta que en el primero de los rubros mencionados incidieron tanto el aumento del 40% en la tarifa de colectivos como la suba de los combustibles del 7,5% sobre los últimos días de agosto.
Para Eugenio Marí, economista jefe de LyP, “la buena noticia es que en agosto se frenó el colapso en la demanda de dinero, lo que se ve en la relativa tranquilidad que tuvo el tipo de cambio financiero”.
“Lo malo -continuó- es que sin corrida contra el peso, la inflación mensual fue de 6%, el tercer mayor registro de la Administración Fernández. Si bien parece que pasó una eternidad, en agosto del año pasado la inflación mensual fue de 2,5%, menos de la mitad que la actual”.
Lautaro Moschet, otro economista de la entidad, sostuvo que “el dato de agosto, aunque siga siendo inusualmente alto, anuló las sospechas de espiral inflacionaria y, por lo tanto, la dinámica exponencial”.
“No obstante, está claro que entramos en un régimen de inflación un escalón más alto del que veníamos. Es decir, que nuestra moneda se está depreciando a una mayor velocidad”, finalizó.