BUENOS AIRES (ANP).- Los economistas José Luis Espert y Ramiro Castiñeira coincidieron hoy en que el ahorro del gasto público no alcanza la magnitud expresada por el Gobierno ni tendrá un impacto significativo en las cuentas públicas.

En su cuenta de Twitter, Espert apuntó que la verdadera reducción del presupuesto no alcanza a $ 210.000 millones sino a unos $ 128.000 millones, «que es la nada misma, tres empanadas: las ampliaciones presupuestarias en vez de ser +52% ahora son +51%», dijo.

En coincidencia, Castiñeira resaltó que luego de ampliar el presupuesto original de este año en un 52%, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció un «ajuste» que implica menos del 1%. «Por lo tanto, hay un aumento neto del presupuesto 2022 del 51%; Mr. Smoke a puro humo, un ajuste que no existe», subrayó.

La acotación de ambos expertos tiene que ver con el anuncio realizado por la cartera de Economía el pasado lunes, cuando dio a conocer la Decisión Administrativa Nº 826/2022 por la cual se dispuso una compensación de créditos presupuestarios, rebajándolos en varias jurisdicciones e incrementándolos en el Tesoro por dicha cifra.

Los recortes efectuados por el Gobierno no solo fueron relativizados en cuanto a su alcance, sino que además detonaron las quejas de varios sectores ya que se centraron en áreas como Salud y Educación.

Al respecto, el economista Nicolás Gadano subrayó que el ajuste presupuestario de Massa implica recortes en obras para jardines maternales, PROCREAR, infraestructura y equipamiento escolar, infraestructura ambiental, entre otros.

«En los gastos corrientes hay reasignaciones: aumento de gastos en personal y transferencias a empresas públicas, y reducciones en el FONDEP y el FOGAR (lo explica De Mendiguren), en Conectar Igualdad, y en vacunas del ‘tenemos ministerio’ de Salud», ironizó.

Entre los principales detractores del ajuste se contó Hugo «Cachorro» Godoy, secretario general de ATE Nacional, quien manifestó hoy que después de dos meses de «un verdadero golpe de mercado que busca imponer una devaluación y una política económica al Gobierno», se hace evidente la decisión oficial de dar un giro conservador a la gestión, a juzgar por los anuncios efectuados tanto por la exministra Batakis como por el actual, Sergio Massa.

Entre las medidas más criticadas adoptadas en los últimos días, ATE apuntó a la reducción de más de 60.000 millones para el Fondo de Garantía Recíproca (FOGAR) y el Fondo de Desarrollo Productivo (FONDEP), líneas de crédito asignadas fundamentalmente al universo PyME, así como la quita de unos $ 20.000 millones en partidas para el Ministerio de Obras Públicas.

«Obviamente la combinación de tarifazos, tasas elevadas y devaluación sumada a la supresión del fomento del crédito no hacen más que profundizar un sendero de enfriamiento de la economía, receta de la ortodoxia para conseguir algún freno a la carrera de precios», denunció Godoy.

 

Por NP