BUENOS AIRES (ANP) .- Oscar Wilde decía a fines del siglo XIX . “Lo malo de ser viejo, es que te sentís joven”. Creo que el escritor no previó algo peor, que el público quiere que sis ídolos sean lo que fueron todo el tiempo .
Algo de esto pasa con Lionel Messi, quien POR PRIMERA VEZ EN 17 AÑOS, no está en la terna para ser elegido “Balón de Oro” por la revista France Football.
Lo ganó en la edición pasada, a fuerza de haber sido el capitán de una selección que ganó de manera ajustada “La Copa América” en un Maracaná desierto, ante Brasil, el dueño de casa, con un escaso 1 a 0.
Pero seamos buenos entre nosotros. Hace tiempo que Messi no es aquél electrizante puntero, o “media punta” que se sacaba tres jugadores de encima, y la clavaba en un ángulo.
No por malo, si no, porque el tiempo pasa para todos, incluso para él, que ganó 7 veces el Balón de Oro y superó por uno a su eterno “competidor” (rival es algo muy fuerte y peyorativo) Cristiano Ronaldo.
Pensar que Messi sigue siendo el mismo de hace una década es creer que nuestros padres no envejecen, que nosotros “estamos iguales”, o que las cosas, restaurantes, negocios, o teatros, donde nosotros fuimos felices, no cambian.
Messi sigue siendo un “grandísimo jugador”, no se la podés sacar de los pies, y puede eludir a un rival a la carrera, algo que muchos no pueden hacer. Pero no es uno de los 10 mejores jugadores de la historia del fútbol como lo era hace cuatro años.
Así que ahora solo resta esperar que sus destellos de calidad ayuden a la selección Argentina a avanzar en el mundial de Qatar, que le ponga un pase a Julián Álvarez o a Lautaro Martínez, y vivir con la realidad que todos, en algún momento, cambiamos.