La inflación de mayo fue de 5%, la acumulada en los primeros cinco meses de 2022 ascendió a 29,2% y la interanual se ubicó en 60,6%, la más alta de los últimos 31 años, de acuerdo con las estimaciones dadas a conocer hoy por la Fundación Libertad y Progreso.
«Dentro de la última década solo se acercan el 2021, con una inflación acumulada del 21,5%, y el 2019, con 19,2% de inflación», tomando los primeros cinco meses de cada año, aclaró la entidad en un informe en el que ya da por descontado que los precios al consumidor aumentarán en 2022 màs que en 2021.
«La pregunta es si se ubicará por encima o por debajo del 70%. Esto se debe a que el financiamiento monetaria continuará y superará el 1% del PBI que tiene como meta el gobierno, sumado al ajuste de precios relativos que debe hacer el gobierno para que el déficit no se desborde y que el tipo de cambio real no se aprecie sobremanera”, advirtió el economista de LyP, Diego Piccardo.
Los rubros que más aportaron a la suba del mes fueron “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” (5,2%), “Vivienda, Agua y Electricidad” (7,3%) y “Restaurantes y Hoteles” (7,3%). El primero con una incidencia de 1,2 punto porcentual en el nivel general, mientras que los últimos tuvieron una incidencia de 0,8 p.p. cada uno. También vale mencionar que, el rubro con mayor aumento fue “Bebidas Alcohólicas y Tabaco” (10,9%), cuya incidencia en el índice es inferior a las antes señaladas.
Piccardo manifestó que «la inflación es el tema que actualmente más preocupa a la gente y al gobierno», pero «el problema es que el gobierno no quiere encarar medidas que apunten a reducir la inflación en el mediano/largo plazo y se concentra en medidas como los controles de precios o retenciones que lo único que logran es poner un parche a la inflación. Por eso es que año a año acumulamos cada vez más inflación”.
Lautaro Moschet, otro economista de la Fundación, destacó que “el incremento en el rubro de Salud, señalando que la llegada del frío y su natural aumento en la compra de medicamentos, harán que el consumidor sienta con mayor fuerza la pérdida del poder adquisitivo del dinero”.
Además, asegura que “por la misma estacionalidad, el monto en las boletas de gas mostrarán no solo el aumento del consumo, sino también de las actualizaciones tarifarias. Esto dará como resultado un impacto más fuerte en el bolsillo de la gente”.
El economista jefe, Eugenio Marí, dijo que si bien la inflación de mayo «representa una desaceleración en la variación mensual, esto hay que ponderarlo respecto a una inflación anual que sigue creciendo y que cerraría el año por encima del 70%”.
Marí agregó que “para junio esperamos que nuevamente se alcance una inflación superior al 5%, impulsada por ajustes de precios regulados (tarifas de servicios públicos) y paritarias. Además, a medida que avanza el año y pasa el grueso de la liquidación de divisas por exportaciones de cereales y oleaginosas, es probable que el BCRA deba acelerar su ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, poniendo presión al precio de los bienes transables”.