Durante el primer trimestre de este año, el EBITDA ajustado de YPF alcanzó los US$ 972 millones, un 27% superior al mismo período del año anterior, consolidando una ganancia neta de $26.417 millones frente a una pérdida de $2.247 millones del primer trimestre de 2021.
La compañía informó en un comunicado que inició la ejecución de su ambicioso plan de inversiones de US$ 3.700 millones para 2022 y durante el primer trimestre del año invirtió US$ 748 millones, más de un 50% respecto al mismo período de 2021.
La producción total de hidrocarburos totalizó 506 mil barriles equivalentes por día, representando un incremento del 16% interanual y del 5% respecto al trimestre anterior. La producción de crudo creció 7% y la producción de gas se incrementó un 20% respecto al primer trimestre de 2021.
La actividad no convencional continuó siendo el principal eje de crecimiento de la compañía.
La producción total de shale llegó a un nuevo récord: durante el primer trimestre del año se duplicó respecto al año 2021, representando actualmente un 38% de la producción total de la compañía.
La producción de crudo no convencional mostró un crecimiento del 52% mientras que la producción de gas no convencional aumentó un 140% en relación con igual trimestre del año anterior.
Por el lado del segmento de Downstream, las ventas domésticas de combustibles del primer trimestre del año resultaron un 6% por encima de los niveles prepandemia del primer trimestre de 2019.
Los niveles de procesamiento en las refinerías crecieron un 3% respecto al año anterior, alcanzando en el primer trimestre una tasa de utilización del 86%, y una utilización del 90% en el mes de marzo.
Por último, en materia financiera, el flujo de caja libre fue positivo por octavo trimestre consecutivo en US$ 391 millones, lo que permitió disminuir una vez más la deuda neta de la compañía en US$ 359 millones, alcanzando un nivel de US$ 5.912 millones.
Adicionalmente, el ratio de endeudamiento neto se ubicó en 1,46 veces en relación con el EBITDA ajustado.