BUENOS AIRES (ANP).- El voto contrario del kirchnerismo anoche tras el debate del acuerdo con el FMI en el Senado levantó una ola de críticas, en especial por la ausencia de la vicepresidenta Cristina Kirchner al momento de la definición, y uno de los primeros en pronunciarse fue el exfuncionario macrista, Guido Sandleris, quién acusó hoy a los legisladores de esa bancada de pretender empujar al país al default.
«Qué irresponsabilidad la del kirchnerismo duro buscando empujar a Argentina al default. Fueron una pésima oposición y ahora son pésimos en el gobierno», señaló en su cuenta de Twitter esta mañana el expresidente del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri.
La votación se definió ayer en el Senado cerca de la medianoche, con 56 votos a favor, 13 en contra, y 3 abstenciones. El respaldo de Juntos por el Cambio fue casi total, mientras que el Frente de Todos votó dividido y con la llamativa ausencia de CFK, quien se retiró a la hora de la votación.
Para el ministro de Economía, Martín Guzmán, la sanción de la ley constituye «un paso firme hacia adelante en el desarrollo de nuestra República». Guzmán agregó que con el nuevo programa el país podrá refinanciar «la deuda récord de 2018, evitando desestabilizar la economía».
Sin embargo, es un hecho que el rechazo a la ley por parte del ala dura del kirchnerismo y de la vicepresidenta de la Nación marca un quiebre en el oficialismo, y abre un panorama incierto sobre los dos años de gobierno que le restan a Alberto Fernández.
El resultado del debate por la ley que habilita a cerrar un nuevo programa con el FMI es visto por muchos como un rotundo fracaso de CFK y su hijo Máximo Kirchner, quien renunció hace semanas a la titularidad del bloque del FdT, en rechazo a la negociación con el organismo multilateral.
Ahora, será el Fondo Monetario Internacional el que tendrá la última palabra. Si bien todavía no hay fecha precisa, se espera que el lunes próximo el directorio del FMI se reúna para tratar el caso argentino y dar luz verde al programa, lo que permitirá que Argentina reciba fondos para afrontar el vencimiento del martes 22, por alrededor de US$ 2.800 millones.
Si el aval del FMI no llega en estos apretados plazos, el país deberá optar por utilizar reservas para realizar el pago, posibilidad que había sido prácticamente desestimada la semana pasada por el titular del BCRA, o bien entrar en mora por algunos días, hasta que llegue la bendición del board.