BUENOS AIRES (ANP).- El 10 de febrero llega a los cines la segunda versión cinematográfica de «Muerte en el Nilo», una de las grandes obras que alumbró la pluma maestra de Agatha Christie. Tuvieron que pasar más de 40 años para que llegara un segundo homenaje a esta atrapante intriga ambientada en 1930.
Basada en la novela homónima de 1937 de Christie, esta historia había sido filmada en 1978 por John Guillermin, con enormes figuras como Peter Ustinov, Bette Davis, Mia Farrow, David Niven y Angela Lansbury en los roles principales.
Rodada íntegramente en Egipto, esta cinta contó no sólo con la atrapante trama ideada por Christie y con las magníficas actuaciones, sino también con toda la belleza de los grandes templos y las pirámides egipcios. Las críticas de entonces fueron más que favorables, aunque siempre perdió en la comparación con su antecesora, Asesinato en el Orient Express, basada en otro clásico de la misma autora.
En 2004, se estrenó otra versión pero para uno de los episodios del programa Agatha Christie: Poirot, con Emily Blunt y la participación de David Soul, de la mítica serie Starsky & Hutch.
Ahora, es el turno de uno de los fanáticos de la autora, el actor y director Kenneth Branagh, de presentar una nueva y fastuosa versión encabezada por él mismo y secundado por Gal Gadot, Tom Bateman y la prestigiosa actriz Annette Bening.
Por supuesto, hay diferencias entre una y otra, con mayor contenido erótico en esta segunda película que en la primera. No tendría sentido elegir entre las dos, ambas tienen sus puntos a favor y, además, este es uno de los raros casos en que la verdadera estrella es la intriga, que podría sostener casi cualquier reparto.
La historia transcurre en un lujoso barco que atraviesa el Nilo, donde una rica heredera y su apuesto esposo pasan una soñada luna de miel hasta que se desata la tragedia con un asesinato a bordo. El detective Hércules Poirot, que también viaja de vacaciones, pronto descubrirá que todos los pasajeros tenían cuentas pendientes con la víctima, y que todos corren peligro.
Sobra decir que los escenarios siguen jugando un rol de peso, y una mención especial merece el S.S. Karnak, la imponente embarcación construida especialmente para la película, en una pista de prueba de autos en Inglaterra.
Claro que quien haya leído la novela o visto la primera versión y sepa la identidad del asesino, habrá perdido gran parte del encanto del relato. Pero igualmente el film de Branagh siendo una propuesta interesante para no perderse.