BUENOS AIRES (ANP).- La historia es tan vieja como sencilla: En un interrogatorio hay un policía muy malo, violento, que intimida al acusado, y otro que es bueno, que trata de comprenderlo. En ese “tire y afloje”, el sospechoso termina confiando en el bueno y confesando su crimen.
Algo de eso hay en esta “renuncia a la lucha, pero no a los honores” (¿o era al revés?) que hizo Máximo Kirchner ante el intento de acuerdo de su gobierno, el de Alberto Fernández, con el Fondo Monetario Internacional (FMI). No es el camino que se buscaba (parece que se tomó dos año en darse cuenta) no es el ajuste, no es el programa…y por todo eso, renunció a la presidencia de la bancada del Frente de Todos.
Bien, hasta ahí los hechos. Ahora vienen las repercusiones. La ex diputada Fernanda Vallejos, la misma que tildó de “mequetrefe y ocupa” al presidente Fernández, luego de la derrota en la PASO aseguró que “si antes de firmar el acuerdo, con el FMI en la nuca, ya perdimos históricamente en el 2021, la derrota en el 2023 con este acuerdo está con altísima probabilidad asegurada”.
La economista, en declaraciones radiales a la AM530, apuntó contra Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán, al asegurar que con este acuerdo «hay ajuste, y el que diga lo contrario está mintiendo”.
Mas contemplativo resultó el intendente de Ensenada, Mario Secco, al afirmar que la deuda de US$ 45.000 millones con el Fondo ”hay que pagarla» y ello puede hacerse «como dice Máximo (Kirchner) o como dice Alberto (Fernández), pero de cualquiera de los dos modos se va a tener que pagar«.
En declaraciones a Radio 10, el jefe comunal se refirió a la renuncia de Máximo y estimó que el líder de La Cámpora «quiere que paguemos menos«, mientras que el Presidente «ya arregló para seguir para adelante porque el ministro Martín Guzmán está convencido y junto a su equipo le demostraron que se puede pagar de esta manera«.
En ese sentido, indicó que “uno es más duro que el otro: Máximo tiene una posición más dura que lo que plantea Alberto, que dice ‘cortémosla, arranquemos, hagámonos cargo, vayamos para adelante, hay que pagar, el país va a crecer y se va a poder pagar‘”. Es decir….¡¡¡ está bien !!!
Más allá de la pirotecnia verbal, lo cierto es que lo que todavía no se sabe si el kirchnerismo votará o no el acuerdo que logre cerrar Guzmán, ya que hasta ahora solo hay un «entendimiento» y faltan, nada menos, que los detalles.
Es la escena de “un policía bueno y uno malo”. Uno grita y amenaza, otro se vuelve “comprensivo”, pero los dos quieren lo mismo, en este caso, llegar a un arreglo. Si “el policía bueno” logra convencer al resto de la oposición, principalmente a Juntos por el Cambio, que es la única alternativa, el acuerdo se firmará y “el policía malo” quedará como resguardo de la “santidad” de que «no transó» , y con el capital político de no tener que haber hecho el ajuste.
El único problema es si “el sospechoso” en este caso, JxC se niega a cooperar, y vota en contra, o se abstiene, postura que ya han adelantado que adoptarán los diputados peronistas de Córdoba. En ese caso, tendremos que ver qué hace el policía malo. Si baja la pretensiones y vota a favor “para salvar al país” o, difícilmente, mande a pique el acuerdo .