Buenos Aires, dic 28 (ANP).- La actividad general del país logró recuperarse “casi en su totalidad” respecto de la caída que tuvo en la pandemia de coronavirus, aunque “la situación todavía es delicada” en aspectos como las disparidades sectoriales, la lenta recuperación del empleo y las dificultades de financiamiento para las pymes, aseguró hoy la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El informe de la entidad, con datos disponibles a octubre y proyecciones, revela que la actividad general se encuentra 2,1% por encima del nivel que registraba en el momento previo al inicio de la pandemia de COVID-19.
“De esta manera, Argentina se encamina a cerrar 2021 habiendo recuperado prácticamente todo el terreno perdido en materia de actividad en el marco de la crisis sanitaria global que se desató durante 2020”, destacó la cámara presidida por Alfredo González.
A pesar de que en los primeros diez meses se acumuló un crecimiento del 10,4% interanual, CAME señaló que “la situación todavía es delicada”, ya que “el nivel de actividad general promedio de los primeros diez meses de este año aún se encuentra 2,2% por debajo del registrado en igual período de 2019 y 5,7% por debajo del de 2017, último año de expansión previo al trienio de recesión 2018-2020”.
“Por el otro, porque todavía se observan ciertas heterogeneidades sectoriales en el ritmo y el alcance de la recuperación”, apuntó en referencia especial a la industria manufacturera, que si bien mostró un crecimiento bianual del 5,1%, ese promedio “encierra rubros con crecimiento en torno al 40%, otros con modestas subas de un dígito, y casi el 40% de los rubros registrando caídas”.
Por su parte, las actividades relacionadas con el turismo y la gastronomía, que fueron las más afectadas por la crisis sanitaria, aún no logran recuperar sus niveles de actividad prepandemia.
Al respecto, CAME precisó que “en los diez primeros meses del año la actividad del sector se recuperó 15,4% frente a 2020, pero a pesar de ello todavía registra una caída del 40,6% frente a enero-octubre de 2019”.
Como consecuencia de la caída de la actividad, entre 2019 y 2020 se perdieron algo más de 280 mil puestos de trabajo asalariados en el sector privado, más de la mitad de ellos en pequeñas y medianas empresas.
En ese sentido, la Confederación subrayó que “todavía la tracción sobre el empleo privado viene siendo algo lenta” y en septiembre de este año “la cantidad de trabajadores asalariados formales del sector privado todavía se encontraba 0,8% por debajo de la registrada en febrero de 2020”.
Asimismo, según datos oficiales, “en el caso de las empresas de entre 10 y 49 ocupados (proxy de pequeñas empresas) la misma comparación todavía arroja una caída del 3%, que se reduce al 0,6% para aquellas de entre 50 y 200 empleados (categoría asimilable a empresas medianas)”.
En cuanto al financiamiento a pequeñas y medianas empresas, en los primeros once meses de 2021 acumuló un crecimiento del 4,8% interanual, descontado el efecto de la inflación, remarcó la entidad.
“Sin embargo, sigue siendo crítico que la principal y -en una gran mayoría de casos- única fuente de financiamiento de las pymes sean sus propios fondos”.
“Una abrumadora cantidad de empresas de este segmento expone rechazos explícitos de parte de los bancos o condiciones decididamente inabordables para el retorno de los préstamos como las verdaderas causas de ese distanciamiento financiero”, finalizó.