Buenos Aires, nov 25 (ANP). – Las dificultades que tiene el sector privado, en particular las pymes, para acceder al crédito radica en “una mala política monetaria, que se focaliza en financiar a un Estado quebrado”, que concentra el 60% de la masa total de préstamos.
Así lo sostuvo la Fundación Libertad y Progreso, en un informe en el que destacó que en los últimos cinco años la participación del sector privado en el crédito total del sistema financiero se redujo 35 puntos porcentuales, al caer del 75,4% en noviembre de 2017 al 40,2% en octubre de este año.
Para Iván Cachanosky, economista jefe de Libertad y Progreso, el problema es que el incremento de los depósitos en pesos tuvo como principales destinos, por un lado, renovar deuda remunerada (LELIQ y Pases Pasivos) y, por otro lado, comprar Títulos del Tesoro.
El economista sostuvo que “esto fue dejando cada vez menos espacio para un financiamiento del sector privado golpeado por una cuarentena eterna. Lo peor, es que esta realidad tiene una tendencia a agravarse ya que la necesidad del sector público de renovar deuda es creciente”.
Cachanosky dijo además, que el financiamiento del sector público continúa creciendo, mientras que el financiamiento del sector privado se encuentra en “pisos históricos” y los desequilibrios estructurales de Argentina continúan sin solucionarse.
Asimismo, señaló que las medidas que le darían respiro a las Pymes continúa sin atacarse: “La presión tributaria sigue siendo récord. La litigiosidad laboral no deja de ser una preocupación constante para las empresas. Y el contexto macroeconómico en general, convive con desequilibrios fiscales y monetarios constantemente. Además, una elevada incertidumbre ante una ausencia de plan económico (por el momento) para negociar con el FMI”.
El economista se mostró relativamente pesimista con respecto a un eventual acuerdo con el FMI que, si bien no lo descarta, considera que lo más probable es que sirva como “una cortina de humo”.
Más allá de la firma de ese acuerdo, Cachanosky descartó la proyección de reformas estructurales, indicando que más bien, se establecerán ciertas “metas” que seguramente se incumplirán.
“En consecuencia, la realidad de las Pymes continuará siendo complicada en los próximos meses y su acceso al financiamiento será limitado ya que la prioridad en Argentina es financiar a un sector público ineficiente”, finalizó.