Buenos Aires, sep 24 (ANP).- El relevamiento de precampaña de soja 2021/22 permite proyectar una reducción de la superficie sembrada de la oleaginosa que podría caer al nivel más bajo de los últimos quince años, con 16,5 millones de toneladas.
De acuerdo con la evaluación de los técnicos de la Bolsa de Cereales, entre las razones que explican esta reducción están “el incremento en el área destinada a otros cultivos que compiten por la misma superficie (trigo, maíz, girasol y sorgo granífero), perspectivas climáticas que prevén falta de humedad durante la ventana de siembra, una época estival con lluvias por debajo a los promedios históricos y la pérdida de competitividad en relación a otras alternativas”.
El pronóstico de 16,5 millones de hectáreas muestra una contracción interanual del 2,4% respecto de los 16,9 millones del área estimada para la campaña 2020/21 y una reducción del 4,5% en relación con la superficie promedio de los últimos 5 años (17.280.000 ha).
Para encontrar un nivel menor hay que remontarse a la campaña 2006/7, con 16,1 millones de hectáreas.
“Teniendo en cuenta lo mencionado, la proyección de producción para la campaña 2021/22 ascendería a 44.000.000 toneladas, registrando
un incremento interanual del 2,1 %, equivalente a 900 mil toneladas, siendo la tercera más baja de los últimos diez años, por encima de la campaña 17/18 (Producción 2017/18:35,5 MTn) y la 11/12 (Producción 2011/12:39,9 MTn)”, indicó la entidad.
Por otra parte, la Bolsa de Cereales advirtió que “la campaña 2021/22 se desarrollará bajo un escenario económico y comercial que dista del observado en el precampaña previo”.
En ese sentido, precisó que “el mercado de la oleaginosa se encuentra con un balance de oferta y demanda mundial ajustado, vulnerable a posibles complicaciones por el lado de la producción”.
“A nivel mundial, nos encontramos con relaciones stock/consumo de las más bajas de los 6 últimos años e, incluso, si descontamos los stocks de China la situación es todavía más ajustada”, con el mínimo desde 1997.
Asimismo, los precios internacionales reflejan esta situación tirante y reaccionan frente a posibles cambios en la producción transmitiendo una elevada variabilidad.
Al respecto, se indicó que “pasamos de los mínimos en mayo del año pasado a máximos en mayo del corriente” y “a partir de ese pico, los precios entraron en una tendencia bajista, que rompió con la barrera de los 500 dólares por tonelada”.
En esa baja, incidieron las mejoras climáticas en Estados Unidos, que potenciarán los rindes de los cultivos tardíos, la incertidumbre en torno a los mandatos de corte con biocombustibles, las complicaciones logísticas en la infraestructura exportadora de la zona del Golfo de México, tras el paso del huracán y el ingreso de la nueva cosecha del hemisferio norte, principalmente de EE.UU.
“No obstante, si se quita el foco de la caída del último tiempo y se ponen en contexto estos precios internacionales, puede concluirse que nos encontramos con precios en niveles históricamente altos”, señaló la Bolsa.
En promedio durante septiembre del 2021, el precio de la soja fue de 470 US$/tn y si se cuentan todos los días desde 1990 hasta la actualidad, “solamente en el 14% de ellos el precio se ubicó por encima de estos valores”, destacó.