BUENOS AIRES, MAY 27 (ANP).– El economista y exministro de Economía de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, señaló hoy que a Argentina le costará recuperar la confianza de los inversores y hacerse de financiamiento en caso de que utilice los ingresos provenientes de Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI para afrontar gastos corrientes.
En su cuenta de Twitter, el exfuncionario opinó sobre el pedido que realizó el presidente Alberto Fernández durante su gira por Europa, y el que ha venido repitiendo el ministro de Economía, Martín Guzmán. Ambos abogaron durante las últimas semanas para que el Fondo Monetario revea el sistema de recargos que aplica a los países que incumplen con los pagos de sus deudas.
Lacunza dijo que «nos va a costar recuperar la confianza y el crédito» si se proclama que los ingresos provenientes de las cuotas que reciben los miembros del FMI se utilizarán para cubrir gastos corrientes.
Si a la mañana pedimos más plazo para pagar, al mediodía que necesitamos más “regalos del cielo” (DEGs de otros países) y a la tarde proclamamos que vamos a usarlos para gastos corrientes… nos va a costar recuperar la confianza y el crédito
— Hernán Lacunza (@hernanlacunza) May 27, 2021
Guzmán había reiterado ayer que los sobrecargos de interés que cobra el FMI en sus programas para los créditos, que exceden el 185% de la cuota de los países, «no están alineados con la misión del FMI de dar lugar a una economía global más estable; son procíclicos y regresivos y penalizan a los países que están en situaciones macroeconómicas más adversas».
En relación al uso de los DEGs, el ministro reclamó que se diseñe un mecanismo «que permita que los DEG de los países que no los necesiten ni utilicen puedan ser transferidos a quienes sí los necesiten, pero no sólo a los países de renta baja sino también a los de renta media. Eso ayudaría a tener una recuperación global más equitativa».
En las últimas semanas, la propuesta de legisladores oficialistas para aplicar esos recursos a la ayuda social que demanda la crisis del Covid-19, cayó como un balde de agua fría entre los inversores, que esperan señales de buena voluntad de la Argentina de honrar su deuda con el FMI y el Club de París.
Hace días, el presidente Fernández aseguró que la intención es alcanzar un acuerdo de pago con los organismos de crédito en el menor tiempo posible, pero no dio fechas para una solución definitiva.