BUENOS AIRES, FEB 15 (ANP).- Las demoras en el proceso de vacunación, la inflación en ascenso y los “cuellos de botella” del lado de la oferta de bienes, por las dificultades de importar insumos, condicionan la recuperación de la economía, advirtió el IERAL.
Las palabras de la casa de estudios de la Fundación Mediterránea se conocen en momentos en que el Gobierno insiste que la economía crecerá este año el 5,5%, contra otras previsiones, como la del FMI, que la coloca en el 4,5%, luego de haberla estimado en 4,9% a fines del año pasado.
En el caso de la pandemia, los datos muestran que un 25% de la economía “depende, para su recuperación plena de una campaña exitosa de vacunación”, por lo cual, si no se recuperan, funcionarán como un lastre.
Los datos oficiales hasta noviembre daban cuenta que los sectores más afectados por el distanciamiento, como el transporte, turismo, hoteles y restaurantes, explotación de minas y canteras, entre otros, “estaban cayendo todavía un 15,7% interanual en promedio, cuando el «resto» ya había entrado en terreno positivo, con 2,7% interanual”
Una muestra de la demora es que hasta el 10 de febrero, en Argentina “se suministraron 1,18 dosis de vacuna cada 100 personas, lo que compara con 1,94 promedio mundial y 5,58 dosis cada 100 aplicadas en Chile.
En tanto, la aceleración de la inflación, enero terminó en 4 % y marco la cuarta suba consecutiva por encima del 3%, “tiende a contraer el consumo y complicar la performance electoral del oficialismo de turno, tal como ocurrió en 2019. En aquel año el consumo cayó 6,6% anual con una tasa de inflación promedio de 3,6% mensual”.
Estos antecedentes “explican la preocupación del gobierno por la marcha de la inflación y su intención de «encorsetar» esta variable en el 29% anual, junto con el reciente anuncio de una «pauta cambiaria» de 25 % para el 2021”, advirtió el IERAL
Pero para acercar la inflación de este año al 36,1% del anterior, “se necesitaría recortar el déficit primario del sector público en 4 puntos del PIB, de 6,5 puntos en 2020 a un guarismo en torno a 2,5 % en 2021”, cuando el presupuesto lo prevé en 4,2 %.
El IERAL advierte que “la falta de consistencia entre la política cambiaria y la fiscal es un clásico de la historia económica argentina, sobre todo para períodos electorales”, y sus consecuencias son conocidas.
Para evitar la salida de divisas “la proliferación de controles y restricciones está generando «inflación en dólares» en insumos y partes” y pusieron como ejemplo que los de cubiertas de camión en Argentina “casi triplican los vigentes en países vecinos” debido a la escases.
“Los «cuellos de botella» en eslabones de la cadena productiva, tarde o temprano terminan frenando a la economía por el lado de la oferta”, destacó el informe que además puso su mirada en que “la inflación y el desempleo pueden afectar la dinámica del consumo”, en los meses siguientes.
“Existen otras variables que juegan también de lastre” como “el elevado riesgo país, la ausencia de horizonte para el “día después” de las elecciones y la falta de acceso al crédito externo, que deprimen la inversión”, señaló la casa de estudios de la Fundación Mediterránea, temas estos que “no serán profundizados en este informe”.