Buenos Aires, ene 12 (ANP).- La inflación del primer trimestre del año será de un promedio mensual de 3,9% y superaría el de 3,5% que tuvo el último trimestre de 2020, de acuerdo con las proyecciones dadas a conocer hoy por la Fundación Libertad y Progreso.
Las estimaciones de la entidad se dieron a conocer poco después de que el Gobierno difundiera una nueva etapa del programa de Precios Cuidados, que en los últimos doce meses no pudo evitar un incremento en Alimentos y bebidas no alcohólicas del 40,4%, casi cinco puntos porcentuales más que la inflación general, por la incidencia del congelamiento de tarifas de servicios.
Para el economista jefe de la Fundación, Iván Cachanosky, “el gobierno continúa tomando medidas de parches en lugar de soluciones de fondo”, en referencia a los controles de precios, que busca incrementar la cantidad de bienes alcanzados en el programa de precios cuidados.
“Se ve claramente el tironeo entre el FMI, que le sujeta el brazo a (el ministro de Economía, Martín) Guzmán para que reduzca el déficit fiscal en el 2021, y el ala kirchnerista de la coalición gobernante, que le tira del otro brazo para patear todos los ajustes para después de las elecciones”, indicó el economista.
Por su parte, el economista Diego Piccardo, sostuvo que “Argentina estará destinada a convivir con altos niveles de inflación siempre que el déficit fiscal se encuentre presente”.
Además, sostuvo que las fuentes de financiamiento “brillan por su ausencia” por los desequilibrios macroeconómicos por lo que se continúa siendo altamente dependiente de la emisión monetaria por el momento.
“El problema es que, la economía difícilmente resista los mismos niveles de emisión del 2020 en el corriente año, por lo que una fuerte emisión tendrá un correlato más fuerte en la inflación en el 2021”, indicó.
Por su parte, Cachanosky remarcó el hecho de que 2021 sea un año electoral y en ese sentido señaló la situación generada en torno al aumento de las prepagas y que “se debate si dar marcha atrás o no con el incremento de tarifas”.
Ambos economistas anticiparon que 2021 será un año desafiante en materia inflacionaria y al respecto el gobierno puede optar por encarar el desafío con “medidas superficiales de corto plazo (controles de precios, congelamiento de tarifas, etc.), instrumentos que ya han fracasado en el pasado”, o bien “aprovechar la negociación con el FMI para presentar un plan económico que inspire confianza y en el que exista un sendero decreciente del déficit fiscal para sanear de manera consistente el flagelo de la inflación”.