BUENOS AIRES, DIC 15 (ANP) Alberto Fernández asumirá el miércoles la “presidencia per tempore” del Mercosur, en el cierre de la Cumbre de Mandatarios que volverá a mostrar las posiciones contrapuestas de Argentina con el resto de los socios del bloque.
A las 11.00 está prevista que comience la cumbre virtual de los mandatarios en la que Fernández dialogará con su par de Brasil, Jair Bolsonaro, de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Mario Abdo Benítez.
En contra de la posición de los otros tres mandatarios, Argentina se mantiene reacia a avanzar en el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, e incluso con otras naciones, como Canadá, Corea del Sur, y Singapur.
El lunes, el Ministro de Economía, Martín Guzmán, criticó la forma en que el Mercosur desarrolló un principio de acuerdo de libre comercio con la UE y pidió una mayor integración dentro del bloque sudamericanos.
«Para avanzar en una agenda de integración positiva es fundamental construir legitimidad y que las negociaciones de acuerdos internacionales como el del Mercosur y la Unión Europea se deban dar de cara a la sociedad», dijo Guzmán
«Esto es algo que no necesariamente ha ocurrido en la magnitud que debería haber ocurrido y que hoy enfrentamos problemas para avanzar en acuerdos entre el Mercosur y la Unión Europea en parte por la falta de discusión social que tuvo ese acuerdo», dijo Guzmán durante su presentación en la reunión de Ministros de Economía y Presidentes de Bancos Centrales del bloque regional.
Consideró que «para poder negociar mejor con terceros Estados o con otros bloques es fundamental fortalecer la cooperación y la coordinación intra Mercosur, y el armado institucional de la arquitectura interna del Mercosur debe basarse en esa premisa».
La situación de Argentina dentro del bloque se complicó a fines de abril cuando el canciller Felipe Solá anticipó la decisión del Gobierno de «no participar» en las negociaciones comerciales que el Mercosur lleva adelante con otros países, como Canadá, Coreo del Sur, o Singapur.
Esa decisión generó el rechazo de los otros tres miembros, y la advertencia de Brasil de que «seguiría adelante» con las negociaciones, con o sin Argentina, lo que motivó que el presidente Fernández reviera su posición.