Buenos Aires, jun 25 (ANP) .- El economista Ricardo Arriazu estimó que el PBI caerá 18% interanual en el segundo trimestre del año, y que los precios agrícolas no mostrarán mejoras, debido a la retracción del consumo y las importantes cosechas estimadas para el año próximo.
“Cuando comenzó la pandemia, estimamos que la economía iba a caer 5% interanual en el primer trimestre, y cayó 5,4%. Calculamos que caerá 18% en el segundo, cuando comenzaron a operar las medidas de aislamiento. El confinamiento es lo que causa el colapso de la economía”, dijo Arriazu en una reunión virtual organizada por Quinquela Fondos de Inversión.
Para explicar el porqué de la magnitud de la caída, Arriazu recordó que la industria y la construcción “estuvieron paralizadas durante abril” y que a partir de mayo “hubo algunas flexibilizaciones, algunas fábricas comenzaron a trabajar, y otras más en junio. Pero en abril hubo ‘cero’ fractura en la explotación de petróleo y gas no convencional”, además que se paralizó por completo la producción de automóviles.
“Hay una relación directa entre confinamiento y nivel de actividad”, advirtió el economista ante medio millar de personas que siguió su charla a través de la WEB, y apuntó a que “si empiezan las quiebras en cadenas, la situación crediticia puede verse afectada”.
Apuntó a que “los argentinos tienen el 80% de su patrimonio en el exterior y por eso tenemos un sector financiero insignificante Solo el 5% del crédito es para las industrias y el resto es para el consumo”.
En medio del retroceso generalizado en casi todos los rubros de la actividad económica, no cayó el consumo público porque no caen los salarios de los empleados” del Estado.
En cuanto a la expansión monetaria que impulso el Gobierno, Arriazu destacó que “fue para darle ingresos a quienes no lo tienen. Ese dinero se gasta para comer y por eso no genera de inmediato presión inflacionaria”. Además, quienes recibieron los pesos de los que recibieron subsidios “los destinaron en gran parte a la compra de Leliqs y Pases”.
Estimó que este año habrá una caída de unos US$ 2.800 millones en los ingresos por la caída en los precios de las exportaciones agrícolas, como parte de una retracción del 18% del comercio internacional. Para el año que viene “se estima una suba en la producción agrícola por lo que no podemos esperar una recuperación de los precios”, dijo Arriazu.
En cuanto a las perspectivas del país, el economistas advirtió que “cuando comienza con las regulaciones y el intervencionismo. lo que hacés es que la gente se quiera ir” y apuntó a que “los gobiernos son justamente para estos momentos” de crisis, donde hay retracción del privado “y no para fabricar caramelos”.
“Si Argentina llega a un acuerdo con la deuda externa y aprovecha la situación para hacer otro cuerdo con el FMI, hace un plan para repagar la deuda, consigue dinero del Fondo, puede calmar las expectativas y mejorarlas”, pero “hay que presentar un programa que todavía no presentaron, algo que en términos económicos es sencillo pero políticamente no lo es, porque la coalición que nos gobierna tiene en su interior enfoques diferentes”, dijo Arriazu.