Buenos Aires, may 5 (ANP) – El Ministerio de Economía puso hoy en claro cuáles son los términos de la negociación que mantiene con los acreedores de la Argentina al publicar un detallado informe de las tratativas. Allí queda reflejada una discusión de base entre los economistas: Si la deuda Argentina es insistenible solo porque tiene una acumulación de vencimientos en el corto plazo, o si es inviable en el largo, debido a la estructura macroeconómica del país.
En el texto, se detalla que un grupo de acreedores le acercó al ministro de Economía, Martín Guzmán, una propuesta de reestructuración de la deuda que fue rechazada. El informe justifica tal decisión en que la misma «no reconocía la
necesidad de un alivio de flujo de efectivo a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública de Argentina».
El informe del Palacio de Hacienda indica que la contrapopuesta «se basó en la suposición de que Argentina
solo tiene restricciones de liquidez a corto plazo y propuso resolverlas por medio de i) un alivio parcial y decreciente del
cupón en efectivo durante los primeros cuatro años antes devolver a los niveles contractuales; ii) una compensación del alivio del cupón con pagos en especie y iii) una ampliación de 4 años del plazo de vencimiento para los bonos cuyo vencimiento sea antes de 2028».
En el fondo, lo que queda expuesta en la discusión es el debate sobre el nivel de endeudamiento de la Argentina es alto o bajo. Según señaló hoy el titular de la consultora Econviews, Miguel Kiguel, «la situación de Argentina hoy no tiene nada que ver con la del 2001 cuando la deuda representaba el 150% del PBI». Kiguel estima que la deuda «hoy representa el 50% del PBI», por lo que considera que «da bronca que uno pueda caer en default por tan poco».
En definitiva, el debate sobre si el endeudamiento tomado durante la gestión de Mauricio Macri en el gobierno es alto o bajo, es uno de los elementos que se perciben en la discusión. En principio, el gobierno de Alberto Fernández, entiende que es alto y por lo tanto reclama acomodar los flujos de pago tambien en el pargo. Para los fondos acreedores, el problema es solo de corto plazo y por ello piden que el flujo de pagos se normalice en menor plazo que lo solicitado por el gobierno.
Solo un elemento entró en juego que hace la diferencia y es que la irrupción del coronavirus alterará cualquier escenario previo, pero no se tiene en claro de qué manera. En rigor, ni los bonistas, ni el gobierno argentino, tienen en claro con qué mundo se encontrarán en un par de meses, cuando las economías traten de ir volviendo a la normalidad.
Es por ello que se empieza a hablar de alguna salida intermedia, como por ejemplo, acordar con los titulares de los bonos por u$s500 millones que vencen el 22 de mayo de postergar el pago en un par de meses, para dar tiempo a que se reacomode el escenario mundial y ver si en ese plazo se puede conseguir un acuerdo permanente.