Buenos Aires, abr 20 (ANP)- El mercado del petróleo tuvo hoy la peor jornada de su historia, con una caída de más del 100% en el barril WTI (West Texas Intermediate, utilizado como referencia en Estados Unidos), que llevó su cotización por primera vez a valores negativos.
En la Argentina, no obstante, se descarta una baja en el precio del combustible aunque se analiza con preocupación la evolución de los acontecimientos de cara a la viabilidad de la actividad en los yacimientos de Vaca Muerta, ya que la explotación del petróleo no convencional requiere de precios sustancialmente más elevados para asegurar su rentabilidad y competitividad.
Al cierre de las operaciones de una jornada sin precedentes, la cotización del barril de WTI se derrumbó un305,97% y se ubicó en -37,63 dólares, valores impensados a fines de 2019 cuando oscilaba los US$ 60 pero que tampoco guarda relación con el cierre del viernes, con unos 18,27 dólares que ya representaban un descenso considerable.
De todos modos, la cotización experimentó una mejora sobre el final de las operaciones, ya que dos horas antes del cierre llegó a caer hasta -40,32 dólares.
El desplome del precio del petróleo coincidió con el avance mundial de la pandemia del coronavirus y la consiguiente caída de la demanda, ante las restricciones a la actividad económica dispuestas por los diferentes gobiernos en todo el planeta.
En ese contexto, el problema se agravó ante desinteligencias entre Arabia Saudita y Rusia en el marco de la OPEP+, que no llegaron a un acuerdo para la reducción de la producción que al menos atenuase la caída de las cotizaciones.
Pero el caso particular del derrumbe del WTI tiene una razón adicional que explica la enorme diferencia con los precios del barril Brent, referencia del mercado británico, con una brecha que hoy llegó a superar los 50 dólares, cuando habitualmente el valor del crudo del Mar del Norte es entre 5 y 8 dólares superior al estadounidense.
Los especialistas del mercado de hidrocarburos indicaron que el abrupto derrumbe del WTI se debió a las evidentes dificultades de almacenamiento físico del petróleo en Estados Unidos, donde se ha debido recurrir a barcos a tal fin.
En un mercado que se desarrolla en base a contratos a futuro, esa imposibilidad de almacenaje llevó a los inversores a desprenderse del petróleo cuanto antes, lo que desencadenó una estrepitosa caída del precio minuto a minuto a lo largo del día.