Buenos Aires, oct 19 (ANP).- La inflación del año que viene superará ampliamente la meta presupuestaria del 33% y se ubicará entre el 60% “en un escenario optimista” y más cerca del 80% en uno pesimista, según la proyección dada a conocer hoy por la Fundación Libertad y Progreso.

La entidad puso de manifiesto la “inconsistencia de los presupuestos enviados al Congreso” en los últimos diez años, en los que las proyecciones de inflación fueron sobrepasadas por la real.

Para LyP hay “varias” razones para esperar una aceleración de la inflación en 2022, destacándose en primer lugar cómo se financiará el déficit primario esperado de 3,3% del PIB.

Al respecto, se consideran “demasiado optimistas” las previsiones de financiamiento vía organismos internacionales y endeudamiento en el mercado local, por lo que deberá recurrirse a una mayor asistencia del Banco Central a través de la emisión monetaria, que para la fundación será echarle “más nafta al fuego a la inflación”.

Por otra parte, la reducción de los subsidios energéticos “implicará una suba de tarifas, que tendrá un impacto directo en el índice de precios”, a lo que habrá que sumarle “la crisis energética a nivel global que impulsó el precio del gas a niveles muy altos”.

El economista de la entidad, Diego Piccardo, agregó que “la estrategia electoral de pisar el tipo de cambio como ancla inflacionaria tiene un límite”, ya que “la apreciación cambiaria no puede ser eterna y tanto el ministro de economía como el presidente del BCRA lo saben”.

“La cuestión es si el ajuste va a ser discreto (una devaluación en un porcentaje alto del tipo de cambio) o gradual (aceleración de la devaluación del tipo de cambio diario por encima de la inflación)”, planteó.

Piccardo espera que un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional le dé algo de respaldo a los ajustes de precios relativos que necesita la economía, lo que evitaría que la inflación “se desmadre”.

“Los argentinos vamos a seguir sufriendo una inflación muy alta. Primero, para pagar los desajustes generados por el ‘Plan Aguantar’ del gobierno, y segundo porque las medidas que adopta el gobierno para enfrentar la inflación van por el camino equivocado”, aseguró.

En ese sentido, criticó las medidas del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, al querer controlar más de 1600 precios y señaló que “hay muchas” pruebas de que ese tipo de controles han fallado a lo largo de la historia.

Por su parte, Natalia Motyl, advirtió que la Argentina es “uno de los tres países del mundo con la inflación más alta porque seguimos debatiendo cuestiones de sentido común”.

“Para bajar la inflación el gobierno debe reducir el déficit fiscal. De otra forma, los argentinos seguirán empobreciéndose”, finalizó.

Por NP