BUENO AIRES (ANP).- Si la Corte Penal Internacional (CPI) aprueba el arresto de Benjamin Netanyahu por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza, el primer ministro israelí se convertirá en una suerte de “paria”, al igual que Muammar Khadafi o Vladimir Putin.
Aun así, ya no es solo la CPI la que se interesa por Netanyahu sino también la Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo tribunal de la ONU, que el viernes –a solicitud de Sudáfrica, que acusa a Israel de conducta genocida- pidió el cese inmediato de la ofensiva israelí en Rafah, al sur de Gaza.
Esa ciudad, con su paso fronterizo a Egipto, donde se refugian más de 1,2 millones de palestinos que huyen de la guerra, es la principal vía para la entrada de ayuda humanitaria.
En este contexto, la decisión de los gobiernos de España, Noruega e Irlanda, de reconocer al Estado Palestino el próximo 28 de mayo, indignó a Netanyahu, que dijo que constituye una recompensa para el “terrorismo” de Hamas y, en consecuencia, amenazó con aplicar represalias diplomáticas.
Netanyahu, de 74 años, responsabilizado también por muchos israelíes por el ataque de Hamas del pasado 7 de octubre, en el que murieron 1200 personas, en su mayoría civiles, y otras 240 fueron secuestradas, se encuentra cada vez más aislado internacionalmente por su incursión en Gaza para “aniquilar” a Hamas.
Según informes del ministerio de Salud de esa ciudad, controlado por el grupo islámico palestino que no determina si los muertos son combatientes o civiles, por lo menos 35.857 personas fallecieron y un total de 80.293 resultaron heridas por los ataques israelíes.
El fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, presentó el 20 de mayo una serie de cargos contra Netanyahu, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y los principales líderes de Hamas, entre ellos Yahya Sinwar, jefe militar y posible autor intelectual del ataque del 7 de octubre, por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad.
«(…) los crímenes mencionados en las solicitudes formaban parte de un ataque generalizado y sistemático dirigido contra la población civil palestina en cumplimiento de una política de la organización. Según nuestras conclusiones, algunos de estos crímenes se siguen cometiendo», declaró el británico Khan.
Para Netanyahu, Khan es “un fiscal deshonesto que ha presentado cargos falsos, que son a la vez peligrosos», según declaró a la cadena CNN.
“La orden de Khan, pendiente de ser aprobada por los jueces, tiene obviamente un efecto político y diplomático”, dijo el analista Arie Kacowicz , profesor en Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras, el investigador señaló que el pedido a la CPI, con sede en La Haya, Países Bajos, podría provocar que “el Consejo de Seguridad adoptara el Capítulo 7 de la carta de la ONU (referido al quebrantamiento de la paz), para terminar la guerra, imponiendo un cese al fuego”.
Kacowicz opinó que “Netanyahu se sitúa como víctima de ´antisemitismo´, a pesar de que la orden es personal (contra él y el ministro de Defensa). Pero no es contra el Estado de Israel ni contra sus soldados”.
“La pregunta es cómo esta decisión de la CPI va a afectar la propuesta de EEUU y de Arabia Saudita de ofrecerle a Israel un acuerdo que termine la guerra, libere los rehenes (unos 133 siguen en poder Hamas), y ponga en marcha un proceso político con un horizonte de resolución por la vía pacifica de la cuestión palestina”, señaló.
De todos modos, el analista advirtió: “Lamentablemente, y por razones de política interna (conservar su gobierno) y no por su preocupación por el Estado de Israel, probablemente Netanyahu se niegue a aceptar dicha propuesta”.
Si la Cámara de Asuntos Preliminares de La Haya emite una orden de arresto, Netanyahu se agregara a una lista que integran entre otros Khadafi (asesinado en el 2011), el expresidente sudanés Omar el Bashir, el ugandés Joseph Kony o el presidente ruso Putin, a raíz del “traslado ilegal” de niños ucranianos tras ocupar ese país, el 24 de febrero de 2022.
Por lo tanto, el líder del Partido Likuh no podrá pisar ninguno de los 124 estados que respaldan a la CPI, ya que podría ser arrestado.
De todos modos, el gobierno israelí no ha ratificado nunca el estatuto de Roma, texto fundacional de la CPI firmado el 17 de julio de 1998, por lo tanto no está obligado a cooperar con el tribunal. EEUU tampoco lo reconoce.
Probablemente, si viviera en estos tiempos de la justicia, el fallecido exsecretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, también hubiera sido acusado ante la CPI por su responsabilidad en el golpe de Estado contra el presidente chileno, Salvador Allende, ocurrido el 11 de septiembre de 1973, según documentos desclasificados por la Casa Blanca.