Las Condiciones Financieras cayeron en mayo por cuarto mes consecutivo y se ubicaron en el peor nivel desde abril de 2020, pero si se excluyen a las externas y sólo se consideran a las condiciones locales, el derrumbe es mucho mayor, para caer al nivel más bajo desde que se cuentan con registros, es decir desde 2005.
Así lo señaló el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) en la presentación de su último Índice de Condiciones Financieras (ICF) que elabora la consultora Econviews.
El ICF general cayó a -159.6, «el peor nivel desde abril del 2020, es decir la pandemia», destacó el informe, que remarcó que «la pérdida mensual es totalmente atribuible a las condiciones financieras locales».
«La buena noticia es que como el índice es un promedio mensual, el arrastre es positivo y es altamente probable que veamos una mejora en junio», agregó.
El subíndice de condiciones locales se ubicó en –179 puntos, una caída de más de 35 puntos respecto de los -143.8 de abril y bajó al peor registro desde que comienza la serie en 2005.
«El componente local del ICF está negativo desde agosto de 2019 ininterrumpidamente y lleva 46 meses seguidos en zona de stress. Ocho de los diez componentes cayeron en mayo mientras que sólo dos mejoraron en la comparación intermensual», subrayó.
IAEF indicó que «por lejos el componente con peor performance fue el de la devaluación esperada», en tanto «las subas de tasa de interés dispuestas por el Banco Central durante mayo pegaron fuerte sobre la Badlar».
«El tercer componente que generó más pérdidas al ICF local fue la confianza en bancos que se mide a través de los depósitos en dólares. Este goteo paró en la segunda mitad del mes de manera que es uno de los componentes que podría recuperarse en junio. Del lado positivo ayudaron, aunque muy marginalmente, los componentes de acciones y liquidez bancaria», completó.
En cuanto al subíndice de condiciones externas, mejoró por segundo mes consecutivo y pasó de 16.4 a 19.4 puntos y así quedó por quinto mes consecutivo en territorio positivo, es decir zona de confort.
Cinco de las diez variables que lo componen mejoraron su comportamiento en abril mientras que cinco de ellas cayeron, precisó el IAEF, que aclaró al respecto que «lo que más sumó al índice fueron las monedas emergentes», en especial con «la apreciación del real, que hace unas semanas se ubica en menos de 5 unidades por dólar, un indicador favorable a la Argentina por sus exportaciones de bienes y turismo».
Por el contrario, la peor performance entre las variables internacionales fue de los commodities, algo que «claramente juega en contra de la Argentina y lo vimos con la soja negociándose en Chicago debajo de los 500 dólares por tonelada después de mucho tiempo».
«De todas formas, las variaciones de las variables fueron en la mayoría de los casos casi testimoniales lo que explica que el sub-índice se movió muy poco el mes pasado», concluyó.